El alemán Jürgen Klopp se presentó hoy a sí mismo como "a
normal one" (alguien normal) en su primer día oficial como entrenador
del Liverpool. Sin embargo, sus palabras demostraron que su intención es
volver a convertir al club de Anfield en algo especial.
"Yo vengo
de la Selva Negra, soy un tipo corriente", dijo Jürgen Klopp, técnico
de 48 años de edad después de disculparse por su inglés, en una
concurrida conferencia de prensa que se extendió por unos 30 minutos.
El
risueño y carismático técnico alemán quiso marcar distancia desde el
principio con el estilo de su rival en el Chelsea, José Mourinho, quien
se definió a sí mismo como "a special one" a su llegada a Londres.
Sin
embargo, sus ambiciones al frente del Liverpool, con el que firmó el
jueves por tres temporadas, no parecen modestas. "Estoy convencido de
que ha llegado el momento para un nuevo comienzo", dijo el ex entrenador
del Borussia Dortmund. "Es el momento perfecto".
"Cuando dejé el
Dortmund dije que no es tan importante lo que la gente piensa cuando
llegas, sino lo que piensa cuando te vas", advirtió. "Por favor, dennos
tiempo para trabajar. Creo que si dentro de cuatro años estoy sentado
aquí, en el camino habremos ganado algún título. Estoy seguro".
El
técnico, que ganó su fama al frente de un Borussia Dortmund al que
llevó a ser dos veces campeón de la Bundesliga alemana y finalista de la
Champions League, sustituirá en el banco a Brendan Rodgers, despedido
el fin de semana después de tres años en el cargo.
"Es el mayor
honor que puedo imaginar", dijo Klopp, que no ocultó su felicidad por
integrarse a un club rodeado de mística. "La intensidad con la que la
gente vive el fútbol en Liverpool... No es un club normal. Es un club
especial".
Klopp se presentó ante los periodistas con camisa y
chaqueta negras, pero antes ofreció una entrevista a la televisión del
club vestido ya con el logo del Liverpool.
También ahí mostró su
actitud abierta, positiva y alegre, y prometió un fútbol "a todo gas"
para devolver a la cima a los "reds", que conquistaron el último de sus
18 títulos de la Premier League en 1990.
Ante la pregunta de si la
decisión de firmar fue fácil, el técnico hizo gala de su famosa sonrisa
y respondió con ironía: "No fue la decisión más difícil".
"Estoy
aquí porque creo en el potencial del equipo", dijo. "En este momento no
somos el mejor equipo del mundo, pero a quién le importa. Queremos ser
el mejor equipo del mundo en el futuro", señaló.
"Cuando hay
problemas, hay que resolverlos. Tenemos buenos defensores, delanteros y
centrocampistas. El primer partido es ante el Tottenham. Tenemos que
formar un equipo para ese partido. Quiero a estos chicos", añadió.
El
Dortmund de Klopp era conocido por la alta intensidad que imprimía a su
juego, algo que el alemán quiere trasladar al legendario estadio de
Anfield.
"Ganar es importante, pero también es cómo ganas y cómo
juegas", dijo. "Yo creo en una filosofía de juego que es muy emocional,
muy rápida y muy potente. Mis equipos deben jugar a todo gas y llevar
cada partido hasta el límite".
"Lo primero es tener siempre una defensa estable", advirtió. "Intentemos ser el equipo más difícil de batir del mundo".
"Es
importante tener una filosofía de juego que refleje tu propia
mentalidad, que refleje al club y te dé una línea clara a seguir:
táctica, por supuesto, pero táctica con un gran corazón", agregó.
Klopp
aseguró estar "entusiasmado con el desafío y ansioso por empezar a
trabajar". "Este es un grupo con talento y todavía hay mucho por lo que
competir esta temporada", adelantó.
El alemán pidió también
paciencia a la hinchada "red": "No digo que ante el Tottenham veremos al
nuevo Liverpool, pero espero ver un poquito de ese nuevo Liverpool. Eso
estaría bien. Estas cosas llevan tiempo".
Por: el-nacional.com / Gráfica: EFE






